dilluns, 14 de setembre del 2009

Cooperación bibliotecaria en los cursos de verano de El Escorial

La Biblioteca de la Universidad Complutense tiene la oportunidad (y la aprovecha) de incorporar cursos sobre bibliotecas entre los que organiza la Universidad en El Escorial. En julio pasado se celebró el correspondiente, dedicado este año a la cooperación bibliotecaria ("Cooperación bibliotecaria: tendencias de futuro y realidades"), dirigido esta vez por José Magán (director de la BUCM) y Ianko López (director técnico de Madroño).

Pocas veces como esta los no asistentes a un curso pueden hacerse a una idea de lo que allí se expuso y trató como esta. Sólo es necesario visitar el boletín de la BUCM “La Biblioteca informa” allí Andoni Calderón ha hecho un magnífico trabajo de resumen de las intervenciones.

Las conferencias fueron:

  • De Idoia Barrenechea: Redes, sobre el origen y actividades de Rebiun.
  • De Lluís Anglada: con un contenido que luego aprovecho para una entrada de su blog (“Evolució i coperació”).
  • De Joaquín León: con una detallada e interesante exposición sobre orígenes de Dialnet y sus servicios actuales
  • De Joaquín Selgas: sobre la cooperación bibliotecaria en general y de forma específica la realizada por la IFLA y la UNESCO
  • De Jim Rettig: sobre las pasadas y presentes realidades cooperativas bibliotecarias de los EUA; con los ejemplos de OCLC o el Center for Research Libraries (CRL) entre los primeros, o, actualmente, con la cooperación en la construcción de almacenes para documentos de bajo uso o las actividades de consorcios como Ohio Link o VIVA.
  • De Klaus Kempf: sobre las actividades de cooperación desarrolladas por la biblioteca del estado de Baviera en el marco de la cooperación entre las bibliotecas alemanas (y con referencias que valen la pena consultar en su presentación sobre el préstamo interbibliotecario).
  • De Mª Antonia Carrato: sobre las políticas de cooperación bibliotecaria del Ministerio promovidas por la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria.

Además, mesas redondas (que cuentan también con buenos resúmenes) sobre:

  • Las universidades, el EEES y la cooperación bibliotecaria
  • La realidad española, ¿hacia donde camina?
  • El futuro de la cooperación internacional
  • La cooperación interbibliotecaria en el siglo XXI

Parte de los que intenté exponer en la mesa en la que participé ha continuado obsesionándome y ha llenado algunas hojas con notas. A ver si con la distancia consigo ser ahora más claro en una idea. Esta sería que la posibilidad de compartir información (es decir, de comprarla de forma conjunta con beneficios por parte de todos los agentes) ha activado la cooperación en gran medida. Los agentes de esta ola de cooperación reciben el nombre de consorcios a pesar de que algunos de ellos no lo sean y de que la forma concreta como esta cooperación tienen lugar no tienen forma fija.

La compra consorciada de recursos electrónicos es hoy una realidad presente en casi todos los países del planeta. Los consorcios que la realizan difieren por ejemplo en:

  • Si son centralizados (como b-on en Portugal) o no (como Couperin en Francia), o regionales (como en Alemania, Italia y España) o temáticos (como La Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía).
  • El grado de financiación central (del 100% en el caso portugués o griego o del 0% en el turco o posiciones intermedias como en España en los que la administración autonómica otorga diferentes grados de financiación a consorcios como el andaluz, el gallego, el catalán o el madrileño).
  • La concentración o no en la actividad de contratación de contenidos, observándose la tendencia de que esta es la que justifica el nacimiento de los consorcios y de que la madurez de un consorcio se mide por el número de actividades cooperativas que ha conseguido iniciar además de la de compra conjunta de información e-.
  • La exclusividad o no de que sean solo bibliotecas de un solo tipo las que formen el consorcio, observándose la tendencia de que las universitarias han sido la matriz inicial que casi todo consorcio y de que la madurez de un consorcio se mide por su capacidad de integrar bibliotecas de otro tipo (como ha sido capaz de hacer el finlandés FinELib, por ejemplo).
  • Sus dimensiones (los hay de grandes, grandes como Ohio Link y de modestos en número de bibliotecas como bugaliacia).
  • La tendencia a formar bibliotecas cooperativas (como el CBUC) frente a quines actúan como clubes de compras (como el ANKOS turco).

Variedad en la forma, unicidad en el fondo: cooperar para hacer entre todos lo que solos quizá también podríamos hacer, pero que de buen seguro no haríamos no tan bien.