dimarts, 28 d’octubre del 2008

Las bibliotecas públicas en España 2001-05 (1 de 2)

Siguiendo la trayectoria marcada con el estudio de 2001, “Las bibliotecas públicas en España: una realidad abierta”, y su puesta al día, “Informe de situación de las bibliotecas públicas en España 2000-2003” la Fundación Germán Sánchez Ruipérez presenta el estudio “Las bibliotecas públicas en España: dinámicas 2001-2005” con Hilario Hernández de editor, 391 p. de texto, tablas y gráficos y fecha de edición hace pocas semanas.

Indispensable para quien quiera conocer el estado de las bp españolas aunque permita generar titulares de prensa equívocos hechos por periodistas con más ganas de polémica que de leer informes (Catalunya en la cola de bibliotecas públicas)

Estudio riguroso, completo y detallado (quizá incluso demasiado, ya que a fuerza de enseñar todos los árboles nos quedamos sin ver el bosque) del que recomendaría como lectura indispensable el prólogo del Ministro (del que se deduce una voluntad de usar el Consejo de Cooperación Bibliotecaria para mejorar el sistema bibliotecario) y las conclusiones que se encuentran al final de la obra.

El Cap. 1 (p. 17-46) contiene elementos metodológicos y una extensa y exhaustiva relación de documentos e informes usados para el estudio. El cap. 2 (47-88), El marco normativo, se subdivide en: legislación estatal, ídem autonómica, y otros textos normativos que no son leyes (pautas, directrices, manifiestos y declaraciones). El cap. 3 (89-108), trata del público de las bp analizando la evolución de la población española de 2001 a 2005 (un 6,9% de incremento) y de los hábitos de lectura de la misma. La evolución de la población es un factor fundamental a tener en cuenta para el resto del estudio ya que algunos incrementos notables en recursos y servicios lo son en un contexto de alto crecimiento demográfico (comentar de paso que el incremento en población se concentra en 8 CCAA). Los hábitos lectores parecen experimentar mejoras con respecto el 2005 situándose los lectores frecuentes en el 41,1% de la población lectora, los ocasionales en el 16% y los no lectores en la que a mi me parece un aterrador porcentaje del 42,9%.

Cap. 4 (109-139), equipamientos, que trata la cobertura del servicio, los puntos de servicio y la superficie y horarios. Los municipios con servicio bibliotecario son el 61,3% y la población que vive en municipios con servicio bibliotecario es un 96,7% del total de la española. Estos datos parecerían buenos si no vinieran acompañados de algunas debilidades notables, como:

  • “la estructuración de redes urbanas y municipales de BP deja mucho que desear en España y que este hecho arroja sombra importantes sobre el sistema español de BP, que se configura como un aglomerado de numerosos puntos de servicio independientes que en muy pocas localidades están integrados en una red...”
  • un 38,1% de los puntos de servicio (= bibliotecas) tienen menos de 100 m2, y otro 36,1% están entre los 100 y 250 m2
  • un 10% de los puntos de servicio tiene un horario de apertura inferior a las 10 h semanales y otro 38% entre 10 y 20 h semanales.

Cap. 5 (139-176), Recursos informativos (= fondos + adquisiciones). El período estudiado marca un crecimiento de los fondos de las bibliotecas del 36,1% como media, pero un 9,8% de las bp tenía menos de 2.000 documentos, un 24,3% entre 2.001 y 5.000 y sólo un 14,4% más de 20.001 documentos. Se constata la disminución de los libros en el conjunto de la colección que pasa de ser del 94,8% en 2001 al 90,5% en 2005. los documentos/habitante eran en 2005 1,30, más que los 1,02 del 2001, pero lejos aún del 1,5 y 2,5 que se recomienda como mínimos (dependiendo del grado de concentración de población). A destacar que la rátio para ciudades de + de 500.000 es de 0,62, lejos, lejísimo del 1,5 recomendado. En compras, parece haberse realizado un esfuerzo notable que sitúa la media española en 79 libros comprados por cada 1.000 habitantes por año, media que está lejos del mínimo de 200 recomendados por la IFLA. Estas cifras podrían ser mejores si no fuera que “la ausencia generalizada de políticas de expurgo confiere a las colecciones de las BP un carácter acumulativo [...] por lo que se mantienen niveles de obsolescencia difíciles de estimar, pero sin duda altos”.

[Y aquí me quedo, que los blogs tienen que ser cortos y yo hago subir la media. Para el próximo jueves 30 prometo la 2ª y última entrega del resumen con opiniones propias. Mientras tanto, y si has llegado hasta aquí: lee y difunde la prensa revolucionaria, como decíamos los sesenta-y-ochistas, es decir manda esta entrada de blog a un amigo/a o conocido/a preferentemente bibliotecario/a de bp]

1 comentari:

Anònim ha dit...

Hola Lluís,

per mi un canvi, potser minúscul però important, que tenen les biblioteques públiques és l'actualitat dels llibres. Quan miro el suplement de cultura
de l'AVUI i veig que coincideixen títols de "el més venuts a les
llibreries" amb els "més demanats a les biblioteques" penso que això era impensable fa uns anys.

Records!