
No puedo decir que las tesis doctorales sean mi género literario preferido, pero he leído algunas. Se espera de ellas que desmenucen al mínimo nivel un tema dado para que otros investigadores puedan parir de sus resultados y hacer progresar la ciencia. La mayoría lo consiguen (algunas no), cosa que no asegura que sean interesantes.
La tesis doctoral de Marta Torres Santo Domingo, “La Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Segunda República y la Guerra Civil”, es amena, interesante e inteligente, con lo que gana por goleada a un buen número de sus hermanas de la categoría.
Empecemos por felicitarnos (y esto al margen de los méritos de Marta) por tener archivos abiertos en las universidades donde depositar tesis, y tablets donde leerlas. Mi interés por el tema seguro que no hubiera justificado una visita a la Complutense para leer esta tesis ni quizá hubiera motivado que me la imprimiera para una lectura que no era segura. Se terció que la tesis estaba en la memoria de mi tablet cuándo me encontré con el deber de pasar noches en un hospital. Las primeras páginas me engancharon y ya hubiera hecho lo necesario para proseguir, pero sin las aportaciones tecnológicas mencionadas (repositorio y lector digital) quizá no hubiera encontrado la ocasión.
La tesis estudia la Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la Segunda República y la Guerra Civil (1931-1939) pero se complementa con referencias a los años precedentes, desde 1898, y posteriores hasta los años del primer franquismo, hasta 1945. Se divide en 12 capítulos agrupados en tres grandes apartados, coincidentes tres periodos históricos:
- el primer tercio del siglo XX, desde 1898, hasta el estallido de la guerra civil,
- la Biblioteca de la Universidad de Madrid durante la guerra civil,
- la Biblioteca de la Universidad de Madrid desde mayo de 1939 hasta el final del primer franquismo, en 1945.
La he calificado de inteligente, y así considero el hecho de no hacer una investigación sobre la biblioteca de la universidad al margen de los movimientos bibliotecarios españoles. Confieso haberme sentido más interesado por el cap. 3 (La Biblioteca de la U. de Madrid y la extensión universitaria; el Seminario de biblioteconomía y la Asociación de Bibliotecarios y bibliógrafos de España), el 5 (la Biblioteca de la U. de Madrid y la organización bibliotecaria republicana durante la guerra) y el 8 (la lectura púbica en Madrid durante la guerra) que por otros quizá más centrales al tema de la tesis. No es que Marta contextualice (que también), es que aprovecha que está ya metida y nos aporta elementos informativos sin los cuales quizá la tesis podía haber sobrevivido pero no así el interés de los bibliotecarios lectores.
La he tratado de interesante y creo que lo prueba que encontramos en ella claves para entender nuestra historia más reciente. Véanse sino los tres temas que Marta (p. 45-49) sitúa como claves para el desarrollo de la biblioteca de la U. de Madrid: la búsqueda de autonomía, la elección de un modelo centralizado o descentralizado de organización bibliotecaria y la modernización de los instrumentos profesionales. En los años 80, las bibliotecas universitarias resurgieron con un vigor que ha durado hasta hoy por haber resuelto (correctamente) estos tres temas.
Las bibliotecas universitarias tuvieron que dar respuesta a las mismas preguntas. En nuestro caso reciente, las bibliotecas decidieron ser aliados de la naciente autonomía universitaria y mantener la unidad a través de la cooperación (Rebiun), promover la unidad d la biblioteca frente la dispersión y apostar a fondo por la modernización profesional. Deberíamos hoy (a 30 años de aquella readaptación postfranquista) plantearnos si las bibliotecas universitarias españolas tienen correctamente planteados los temas clave y, si fuera el caso, si los tienen convenientemente enfocados.
He dicho amena y la prueba es que la lectura al realicé en pocos días. Prueben y ya me dirán. Quizá no sea indispensable leerla entera del todo (yo no lo hice), pero la tesis se merece un hojeo detallado. Siempre he creído que la historia nos aporta claves de comprensión del presente y que la historia de nuestras bibliotecas está (en parte) por escribir. La tesis de Marta nos da algunas claves sobre esta historia: la personalidad de Javier Lasso de la Vega, hasta que punto tuvo influencia en España la moderna biblioteconomía norte-americana, que se hizo del personal de la biblioteca al fin de la guerra …
No tiene desperdicio la descripción del auto de fe celebrado en conmemoración de la fiesta del libro (sic) d 1 de mayo de 1939 (p. 343-344) en la que un jerarca falangista para justificar la quema de libros citaba el episodio del Quijote en el que el cura y el barbero hacen expurgo de la biblioteca del hidalgo condenando al fuego parte de su biblioteca caballeresca.
En la foto: un volumen del Journal of General Physiology con un impacto de bala que le atraviesa el lomo. La saco de Actualidad literatura