diumenge, 22 de juny del 2014
¿Mejor juntos?
diumenge, 15 de desembre del 2013
Un glop de cervesa (i d’aire fresc!)
Les biblioteques i el bé comú
- La lectura. Podem dir que “La lectura és l’espai produït per la practica d’un lloc", però ara mateix la lectura està en moment de redefinició i canvi. La pregunta és, quin sentit té la lectura avui? Tot i que vivim un moment d’extrems, no hem de tenir ni nostàlgia del passat, ni acontententar-nos amb falses promeses del futurisme utòpic. Cal pensar què vol dir llegir avui i veure com es reubica la biblioteca aquí.
- La saturació. En el món de saturació en que vivim, la creació d'espais no saturats és important. Cal interrompre la saturació i crear llocs “on deixin de passar coses contínuament”, un lloc que creï un buit que pugui reomplir-se. Les biblioteques poden ser –com un bon professor- un mur de contenció que permeti crear espais on créixer amb llibertat, on respirar i moure's lliurement. La lectura seria aquí un espai obert a l'imprevist.
- La participació. S’està desplaçament el model de la participació cap a la implicació i el compromís. Estem massa acostumats a anar allà on se'ns convoca, i l'èxit dels llocs és la quantitat de persones que hi va. S'ha creat un patró on la quantitat és la qualitat. Alhora s'estan creant espais nous i diferents on aquest patró no val. Cal repensar les organitzacions existents, potser caduques en forma però no en fons (seria el cas de la biblioteca); s’ha de donar la possibilitat de repensar els llocs per convertir-los en aptes per a noves praxis.
- Les praxis culturals tendeixen a generar experiències i les biblioteques haurien de fer-ho també. La biblioteca justament és l'espai que permet crear altres espais.
- Diferents usuaris tenen diferents necessitats, particularment els joves usen les biblioteques de forma diferent i aquestes s’han de dissenyar pensant en tots els usuaris. Calen molts espais dins el mateix espai, calen molts usos diferents i simultanis dins el mateix espai.
- La biblioteca produeix de forma automàtica el procés de dessaturació al·ludit per Garcés (a la biblioteca hi vas a buscar el que no està previst). La gent, de les biblioteques el que vol és l'espai, la lectura te la pots emportar a casa (prioritzar la tecnologia és un error).
- Molts espais urbans s'estan desertificant de vida social degut a tancament de petit comerç i si la biblioteca ha de ser un espai comú, ha d'estudiar-se on s'ubiquen per tal de fer-les en llocs adequats, no on hi ha espais lliures.
- Per justificar l’existència de la biblioteca hem estat massa centrats en el manteniment d’indicadors i ens hem oblidat d’observar l’usuari per fer biblioteques com ell volia.
- He educat als usuaris per a que puguin participar?
- Què ha de ser aquesta participació? En una experiència d'observació dels hàbits d'ús de la biblioteca els lectors van dit que participarien en la producció de serveis però no participar en el funcionament administratiu. La crisi no està afavorint la cogestió per tal que siguin els usuaris els qui administrin la misèria que quedi de l'estat del benestar? No hi ha d'haver només participació de l’usuari en la gestió, sinó apropiació de la biblioteca per part de l’usuari. Si la participació es estalvi, no val.
- Els bibliotecaris considerem les biblioteques com a espais propis i no confiem en l'usuari. Els acceptaríem l'opinió? Els acceptaríem, per exemple, les matèries que posessin ells al catàleg?
- Hi ha una tendència de retornar el bé públic a tothom, però hi ha plantejaments del comú que són anti-públics. Cal evitar que la comunitat mes forta s'apropiï del comú. El comú es el lloc on hi te un lloc el que no té lloc enlloc.
dijous, 2 de setembre del 2010
Las actividades de un consorcio y las compras consorciadas

- Las compras consorciadas no son sostenibles económicamente a largo plazo.
- Muchos de los títulos de las revistas incluidos en los paquetes no se usan y los Big Deals detraen dinero de las compras de monografías de títulos de revistas no incluidas en paquetes
- Por el pago de algo más de dinero se accede a mucha o muchísima más información.
- Los precios que se consiguen son óptimos (en relación con el mercado) y los incrementos anuales se contienen y preveen.
- Las bibliotecas ahorran en costes de procesos (en negociación, en administración, en procesamiento...)
- La constatación de que mucha de la información que no se tenía previamente al Big Deal se usa y que alguna de ésta se usa con mucha intensidad.
- La satisfacción de los usuarios por el incremento de información disponible que se les hace accesible y por la facilidad que supone el uso de la información digital.
dimecres, 25 d’agost del 2010
Hacer un consorcio

Lo más importante a tener en cuenta en le momento de hacer un consorcio es su finalidad: diferentes instituciones se juntan para conseguir servicios que no tendrían por si solas o costes menores a los que tendrían de gestionarse de forma independiente.
Dicho lo anterior, la voluntad de trabajar conjuntamente puede llevar a cabo algunas actuaciones sin necesidad de consolidarse jurídicamente como una entidad con personalidad jurídica propia. Por ejemplo, diversas bibliotecas pueden hacer un congreso sin que sea indispensable formar una entidad jurídica específica.
Pero algunas actividades, especialmente aquellas en las que se gestionan recursos, requieren para su realización que exista una entidad con forma jurídica propia. ¿Las actividades consorciadas requieren que exista una entidad jurídica que las realice? Sí, ya que estas actividades implicarán gestionar recursos (típicamente informáticos para el catálogo colectivo o los repositorios institucionales o monetarios para la contratación conjunta de recursos digitales)
¿Qué forma jurídica debe tener un consorcio?
La finalidad de un consorcio puede conseguirse a través de diferentes formas jurídicas. Por ejemplo:
- Una institución estatal asume hacer de consorcio y no se crea ninguna institución nueva (por ejemplo: b-on de Portugal o CAPES del Brasil),
- Se crea una empresa (por ejemplo, COUPERIN de Francia) o una fundación.
- Se crea un consorcio. Un consorcio es una acuerdo entre diferentes entidades públicas que deciden crear entre ellas una nueva entidad para la realización de una finalidad específica (por ejemplo, CBUC o Madroño en España).
- Se forma un consorcio virtual (sin personalidad jurídica) cosa que consiste en utilizar un agregador (por ejemplo Ebsco o Swets) como entidad a través de la cual formalizar los acuerdos consorciados.
Las fórmulas jurídicas más apropiadas para un consorcio serían la de empresa, fundación o consorcio, dependiendo la concreción de la forma en la legislación de cada país.
Misión, finalidades y objetivos
El CBUC tienen como misión la de “mejorar los servicios bibliotecarios a través de la cooperación”. Esta fórmula define bien lo que ha de ser un consorcio. Este NO debe substituir la actividad de las bibliotecas, sino complementarla y reforzarla. Así un consorcio tienen dos finalidades: o crear un servicio nuevo que no es posible tener de forma individua, o reducir los costes de realización de un servicio dado (o los dos a la vez).
Ejemplos claros de servicios nuevos seria un catálogo colectivo o un servicio de préstamo interbibliotrecario. Ejemplos de disminución de costes, la contratación consorciada de recursos digitales o el mantenimiento de repositorios institucionales de forma cooperativa.
Los objetivos concretos serán las actividades que se quiera consorciar. Los consorcios que empezaron a crearse a finales de la década de 1990 lo fueron para conseguir la contratación conjunta de recursos electrónicos (bases de datos, revistas y libros) de forma que esta actividad consorciada supusiera más contenidos o menos coste.
Miembros y órganos de gobierno
Los miembros de un consorcio son las instituciones que lo forman. Típicamente los consorcios han sido formados por universidades públicas de un ámbito geográfico concreto, pero a medida que los consorcios que han consolidado éstos han ampliado el área institucional a la que daban servicio y han pasado a incluir universidades privadas, centros de investigación, agencias gubernamentales, hospitales y bibliotecas especializadas y públicas.
Estas instituciones que se suman posteriormente a un consorcio pueden pasar a ser miembros de pleno derecho o ser miembros asociados o colaboradores. Los miembros asociados o colaboradores participarían en las actividades del consorcio de forma plena en lo que hace a servicios recibidos pero tendrían menos derechos en lo que se refiere a la gestión del consorcio.
En tanto en cuanto las actividades de un consorcio suponen el uso de recursos materiales o presupuestarios, su gestión no depende tanto de personas como de instituciones. Así los órganos de gobierno del consorcio estarán formados por personas en tanto en cuanto estas tienen un cargo en la institución que pertenece al consorcio. Igualmente es normal (y bueno) que en los órganos de gobierno participen gestores de fuera del ámbito de la biblioteca (como rectores o vicerectores o gerentes).
Aunque no siempre sea así, un consorcio suele tener tres órganos de gobierno:
- Un senado o consejo de gobierno en el que están representadas todas las entidades consorciadas y que es el organismo que toma las decisiones estratégicas y al que el Consejo ejecutivo rinde cuentas. Se reúne con poca frecuencia (una o dos veces al año).
- Un consejo ejecutivo, considerablemente más reducido que el senado y en el que, especialmente cuándo el consorcio lo forman bastantes entidades, sólo están presentes algunas de las entidades consorciadas. El Ejecutivo tiene por función tomar las decisiones que permiten realizar las actividades del consorcio, decisiones de las que dará cuenta al senado y se debería reunir al menos cada 2 o 3 meses.
- Un órgano técnico en el que se preparan desde un punto de vista técnico bibliotecario los detalles de las actividades del consorcio como pueden ser los recursos digitales que se quieren contratar o los términos del contrato de acceso a los mismos.
Los órganos de gobierno descritos pueden tener variantes y formas mixtas, pero en general, y debido a las implicaciones presupuestarias y en servicios de las actividades del consorcio, es recomendable que en los mismos participen, además de los responsables de la biblioteca, responsables de la gestión de la universidad tanto a nivel académico como financiero.
Oficina técnica y grupos de trabajo
Un consorcio de bibliotecas es la actividad coordinada de las bibliotecas que lo componen. Un consorcio debe ayudar a hacer más que hacer en si mismo. Esto permite que algunas actividades consorciadas (sobre todo en el inicio de un consorcio) puedan hacerse sin recurso humanos propios del consorcio. Podemos empezar sin personas dedicadas al consorcio a tiempo completo aunque a medida que nuestro programas de actividades se consoliden, va a se más necesario que haya personas dedicadas al 100% a las mismas.
Que un consorcio tenga personal no debe hacernos olvidar que la fuerza de un consorcio está en la suma de los recursos existentes entre los miembros. La selección de recursos digitales a contratar, las propias negociaciones, el mantenimiento de los enlaces de los recursos contratados... todo eso puede hacerse entre todos. Los grupos de trabajo que se creen son, junto a los órganos de gobierno mencionados, fundamentales para el éxito de un consorcio.
Las actividades consorciadas requerirán la participación de personas de diferentes niveles en cada una de las instituciones miembros (cargos académicos, gestores, informáticos, bibliotecarios ...) con lo que la actividad de comunicación es fundamental. Los consorcios son organizaciones planas la gestión de las cuales requiere transparencia y comunicación de la información
[En la foto, la unión coordinada de muchos permite la realización de empresas sorprendentes]