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dilluns, 13 d’abril del 2015

Descobrir


Hi ha un canvi substancial en els catàlegs d’abans i de després del tombant de segle, canvi que queda ben representat per l’increment de la dimensió de Worldcat que passa de tenir 40 milions de documents a tenir-ne 400 milions.

Els catàlegs han crescut tant per dos motius: perquè hi hem posat coses que abans no teníem i perquè hi hem posat coses que abans teníem però que no posàvem al catàleg. Entres les primeres, tots els objectes digitals que ara tenim a repositoris (fotografies  i metges de tot tipus, documents digitalitzats, documents nascuts digitals que capturem de l’activitat de l’entitat on es troba la biblioteca...) Entre les segones, els articles de les revistes que subscrivim; ja els ‘teníem’, però tradicionalment els hem  posat al catàleg només en comptades ocasions. Els articles de revistes els hem consultat separats del catàleg, en bases de dades en CD-ROM o en línia.

Amb catàlegs tan grans, dues coses són fonamentals: agrupar el que és el mateix i poder descobrir el que es vol. No parlaré massa de les agrupacions dels documents en obres, cosa que ens ajuden a fer les FRBR i sí una mica dels nous OPACs, aquest que es diuen eines de descoberta.

Ens interessa Vermeer? Una cerca per Vermeer al CCUC (un catàleg ‘petit’) ens dóna 299 resultats; la mateixa a Worldcat ens en dóna 21.555. Si al CCUC hi volguéssim afegir els articles de les revistes que les biblioteques de les universitats de Catalunya i la BC tenen contractades, per Vermeer 12.635 trobaríem resultats. Entre tants, buscar (i trobar) una novel·la juvenil que té com a protagonista un quadre de Vermeer de la que no recordem ni títol ni autor pot ser una tasca quasi impossible (*). Amb els nous descobridors, aplicant successius filtres (llibre, en castellà, editat entre l’any 2000 i el 2010), es pot ‘descobrir’ el que es busca.

El divertit és que les eines de descoberta semblen haver arribat als museus. La web del Rijkmuseum dóna accés a 502.857 imatges digitals. Les podeu ‘fullejar’ gràcies al seu ‘descobridor’: Vermeer, 110 resultats; només imatges, 66; si, a més, seleccioneu per colors (sí, podeu filtrar per colors!) i trieu un blau-gris us quedareu amb 4, entre les quals l’enigmàtica pintura “La carta d’amor”. [Per cert, podeu crear-vos una galeria personal d’imatges; podrem algun dia fer-nos la biblioteca dels ‘nostres’ llibres dins el catàleg de la nostra biblioteca?]


(*) Es tracta de la novel·la de Blue Balliett, “El enigma Vermeer”, no massa bona, per cert.

dilluns, 1 d’abril del 2013

Buscar o encontrar..., !descubrir!





Goodreads se define como “a free website for book lovers”. Yo lo describiría como una red social centrada en la lectura, donde uno  puede catalogar sus libros, comentarlos, hacer preguntas sobre los mismos y paseare por la ‘biblioteca universal’ creada por agregación de las bibliotecas individuales de los miembros. El paseo esta vez es por las sendas transitadas de los nombres de los autores y de sus obras y por las vías desconocidas creadas por los enlaces automáticos tipo ‘los que tienen este libro en la biblioteca también tiene este otro’, etc. Goodreads declara tener 16 millones de miembros, 530M de libros catalogados y 30.000 clubes de lectura. LibraryThing es otra red social centrada en la lectura. En 2006 el 40% de LT fue adquirida por AbeBooks, actualmente propiedad de Amazon.

La pregunta que se impone es ¿a qué se debe el interés de Amazon por estas redes? Mi respuesta es que lo importante ya no es la capacidad de buscar ni la posibilidad de encontrar, sino crear un entorno donde se facilite el descubrir.

Expliquémoslo a la manera de Lorcan Dempsey (*): durante mucho tiempo, la información ha sido escasa mientras que el tiempo que la gente tenía para buscarla era abundante; ahora, la información disponible es abundante mientras que el tiempo que tenemos (o queremos) dedicar a buscarla se ha hecho escaso. 

Además, la gente valora (valoramos) la inmediatez del acceso. Ya no buscamos la más mejor, sino que lo suficientemente bueno nos basta. Lo importante no es pues que los sistemas tengan grandes posibilidades de búsqueda, sino que nos permitan encontrar cosas con facilidad e incluso que nos sugieran lecturas a las que no habríamos llegado por búsquedas sistematizadas.

Los sistemas automatizados usados en las bibliotecas (los OPACs y las bases de datos) tradicionalmente han centrado sus esfuerzos en mejorar la capacidad de búsqueda. Más recientemente, con las versiones nuevas de los instrumentos de descubrimiento (AquaBrowser o Encore), las bibliotecas han empezado a poder facilitar a sus usuarios instrumentos que faciliten el encontrar. Pero aún estamos lejos de proporcionar descubrimiento.

¿Por qué es importante descubrir? Resulta que –en contra la subjetiva percepción que todos tenemos de que Google es el instrumento mayoritario para localizar información- a la mayoría de páginas que se visualizan en Internet la gente llegamos a través de enlaces y no de búsquedas. Quizá empezamos una sesión con una búsqueda, pero la continuamos a partir de enlaces, y cada vez más la iniciamos con una recomendación de Facebook, Linkedin o Twitter. Incluso en el mundo de la investigación, parece que puede tener importancia el camino de llegar a una lectura a través de la recomendación de los colegas (ver el impacto de Mendeley).

Que una cosa esté en la red no es ya tenerla en un ordenador conectado a Internet, sino hacerla ‘encontrable’. OCLC usa el  concepto de operar en la escala Web, cosa que significa des ‘descubrible’. Porqué la gente iremos cada vez menos a ningún sitio y la información cada vez más tenderá a venir donde estemos.

Lo curioso del caso es que facilitar el descubrimiento es lo que hacían las bibliotecas con la serendipia provocada por el ojeo ¿o no?


(*) Un placer para el intelecto leer su artículo reciente: “Thirteen Ways ofLooking at Libraries, Discovery, and the Catalog: Scale, Workflow, Attention”, en: Educause review online, Monday, December 10, 2012. 

diumenge, 2 de desembre del 2012

Bibliotecas universitarias: cabalgando la tecnología, siguiendo al usuario



[El número de noviembre-diciembre de El Profesional de la Información está dedicado a las bibliotecas universitarias. Sigue a continuación mi contribución a la revista que se publica por gentileza de Tomàs]

Podemos llamarlo tecnologías de la información o bibliotecas digitales (y hace unos años lo llamábamos automatización de bibliotecas), pero si nos miramos los impactos de la tecnología (1) encontraremos muy pocas novedades (¿o ninguna?) que no se haya aplicado a los servicios prestados por las bibliotecas universitarias. Estas llevan 40 años cabalgando la tecnología para conseguir continuar siendo útiles a sus usuarios. Las constantes innovaciones han ido acompañadas de llamadas a hacer cambios profundos en los roles de la biblioteca universitaria. Voces diversas (2) han advertido que las transformaciones a las que nos conducían los cambios tecnológicos no eran ni cosméticas ni acumulativas, sino estructurales y disruptivas.

Los cambios a los que se han visto sometidas las bibliotecas universitarias no han sido menores. Un estudio reciente (3) ha descrito un panorama apocalíptico en el que el incremento de costes, la aparición de alternativas viables a la biblioteca, el uso decreciente de los servicios y las nuevas necesidades de los usuarios forzaría a la biblioteca universitaria al cambio. Pero las bibliotecas universitarias han sido conscientes de la necesidad de adaptarse anticipadamente al entorno. Lo han hecho haciendo profundos cambios organizativos entre los que destaca la creación de consorcios, a finales de siglo y principios de este, para mejorar su capacidad de compra, y lo hicieron antes de verse atenazadas por la disminución de recursos derivada de la crisis económica actual. Lo han hecho también, haciendo evolucionar los roles tradicionales de la biblioteca hacia otros de más adecuados con los tiempos y lo han hecho estando constantemente preocupadas sobre como mostrar a la sociedad que las sufraga los valores que aportan (4).

Las bibliotecas universitarias, con mayor o menor consciencia de la profundidad del cambio, en el pasado han estado y siguen estando en el presente, en la vanguardia de la aplicación de las novedades tecnológicas a sus servicios. Los principales terrenos en oso que, en estos momentos, se esta innovando creo que son los cinco siguientes: los repositorios y el acceso abierto, la renovación de espacios, los servicios a los investigadores, los instrumentos de descubrimiento, y el libro electrónico.

Repositorios y el acceso abierto
El movimiento del acceso abierto (OA) está celebrando su décimo aniversario y nadie duda que las bibliotecas han tenido un papel decisivo en los resultados que se han conseguido. El proceso de reforma de la comunicación científica no está de ninguna forma terminado (5), ni aún predeterminado, pero parece que las universidades y centros de investigación no querrán ya prescindir del control sobre su producción científica. Poner esta en abierto en alguna de las modalidades que tome el OA supone una inversión de tiempo que el investigador no siempre está dispuesto o preparado para realizar. En un pasado algo lejano, acceder a bases de datos remotas a través de la tele-documentación consumía un tiempo que los científicos podían emplear mejor si alguien –las bibliotecas- realizaba las búsquedas bibliográficas.

Actualmente, la implicación de las bibliotecas universitarias en llenar los repositorios de contenido permite que el investigador ahorre un tiempo precioso y que la institución consiga mejor el objetivo final de tener archivada y accesible su  producción científica. Probablemente el OA no vaya a tener una sola y simple forma, y a partir de esta diversidad, las bibliotecas universitarias añaden a sus roles tradicionales el de asesorar a los autores sobre cuándo y en qué condiciones pueden publicar en abierto.

La progresiva digitalización de la vida universitaria llega a todos los rincones. Las tesis doctorales, uno de los productos más característicos de la universidad, quizá sean el ejemplo más claro de lo que puede suponer el movimiento del OA en un próximo futuro. Las tesis doctorales son recogidas a nivel institucional y, a través de protocolos de interoperablidad, recopiladas por recolectores y puestas a disposición de usuario en portales supranacionales, como sería el casi del proyecto DART Europe (6).

Espacios renovados
A lo largo del siglo XX, las bibliotecas universitarias crecieron ganando espacio para los documentos que conservaban, pero en la década de los 90 empezaron a renovar los espacios pensando ya más en los lectores que en los libros. Esta tendencia se ha visto enormemente reforzada por la progresiva utilización de revistas electrónicas, primero de forma complementaria a su versión impresa y más tarde de forma única. En poco más de quince años, grandes espacios de las dependencias de las bibliotecas universitarias ocupados por volúmenes encuadernados de revistas han dejado de tener sentido y han podido reorganizarse. Con respecto al uso de los espacios, los documentos han cedido protagonismo al usuario y las bibliotecas se han rediseñado y se están rediseñando para un uso más social de la información (7). Las bibliotecas han creado nuevas áreas con salas para trabajar en grupo, se han dotado de muchos ordenadores y han buscado  el confort de los usuarios introduciendo cafeterías. Algunos nuevos espacios han recibido nombres como ‘learning commons’, ‘information commons’ o ‘collaboratories’ y, en  España, centros de recursos para el aprendizaje y la investigación (CRAI).

La digitalización de recursos y la renovación de los espacios ha traído una curiosa derivada: se necesitan espacios para almacenar los documentos impresos que las bibliotecas deben continuar conservando pero que tienen un uso bajo o nulo. Algunas bibliotecas ya habían creado almacenes de documentos fuera de su campus y en algunos casos estos almacenes eran cooperativos, pero en el horizonte de unos 20 años estas necesidades aumentaran. Ya no tiene sentido hacer almacenes propios cuándo lo que se guarda en ellos puede consultarse digitalmente, por lo tanto, es lógico que las bibliotecas se planteen la conservación cooperativa de los documentos (8) e incluso su complementariedad con los repositorios digitales de documentos (9).
                                                        
Servicios a los investigadores
Los ordenadores conectados en redes están no solo cambiando los servicios bibliotecarios, cambian también la investigación. La bibliotecas universitarias tienen como una de sus principales misiones facilitar la investigación y lo han hecho tradicionalmente coleccionando documentos para los investigadores. Estos documentos hoy ya no son solo libros o artículos de revistas, sino datos. La eCiencia se desarrolla en redes y los distintos recursos que usan los científicos pasan a ser elementos de la infraestructura de la investigación (10). En este nuevo entorno los retos para las bibliotecas son al menos dos. Por un lado coleccionar y conservar un nuevo tipo de documentos (los conjuntos de datos), y, por otro, saber incorporarse a los procesos de la investigación para ser así útiles a los científicos.

Como en otros casos, la evolución tecnológica hace aparecer paradojas y la mirada de las bibliotecas se dirige a una parte de sus colecciones que tradicionalmente había estado ‘escondida’ y que ahora aparece como especialmente relevante para dar soporte a la investigación en ciencias humanas y sociales (11).

Instrumentos de descubrimiento
Los OPACs en los años 80 del siglo pasado revolucionaron la forma de acceder a las colecciones de una biblioteca, pero ni los catálogos manuales ni los automatizados nunca consiguieron dar información sobre la totalidad de la los documentos de los que disponía una biblioteca. Las bases de datos complementaban el acceso para los artículos de revistas, pero esto requería hacer diversas consultas a instrumento a menudo con interfícies distintas. Con los repositorios digitales, las bibliotecas universitarias se dotan aún de un tercer tipo de instrumento en el que conservan información. Demasiados receptáculos en un mundo en el que Google nos ha acostumbrado a obtener resultados con unas pocas palabras de búsqueda escritas en una única casilla.

Los instrumentos de descubrimiento nacieron con la aspiración de ofrecer una experiencia de búsqueda distinta y enriquecida a los catálogos manuales, y en este sentido, el primero que existió –AquaBrowser- se instaló a menudo como una ‘piel’ añadida al OPAC tradicional y no como substituto. Más o menos al mismo tiempo se desarrollaron buscadores federados –MetaLib fue el primero de los comerciales- que permitían la consulta simultánea de distintas bases de datos y ofrecían un solo conjunto de resultados. Pero el deseo (¿necesidad?) de los bibliotecarios de poder acceder a todos los recursos de la biblioteca desde un solo punto de consulta ha comportado que las búsquedas por filtraje y las federadas evolucionaran hasta convertirse en los productos que hoy se conocen como instrumentos de descubrimiento y que están aún en una fase no totalmente madura. Los catálogos se extienden para incluir búsquedas a artículos de revistas (como hace actualmente WolrdCat) y grandes índices de artículos de revistas pasan a incluir los catálogos de las bibliotecas y los contenidos de sus repositorios (como hacen EBSCO Discovery, Summon o Primo Central) (12). Cualquiera de los dos caminos parece llevar al objetivo de permitir (¡ahora sí!) que una biblioteca ofrezca desde un solo punto de consulta el acceso a todos los recursos que posee o contrata (fondos impresos, documentos electrónicos contratados i objetos en repositorios digitales). Este es en estos momentos uno de los desarrollos clave de las bibliotecas universitarias.

Libro electrónicos
Las bibliotecas universitarias han completado dos transiciones de lo impreso a lo digital. Por un lado, los boletines de índices y resúmenes que pasaron al formato de bases de datos hace unos 40 años, y más recientemente las revistas científicas y académicas. La transición hacia el libro electrónico empezó hace mucho tiempo con el Proyecto Gutemberg pero incide en las bibliotecas a partir del inicio de su generalización con los productos comerciales que aparecieron hace unos diez años. A pesar de la experiencia previa de los editores y de las bibliotecas con los documentos electrónicos, los libros digitales no han hecho la explosión que parecía que sucedería.

Seguramente los motivos son diversos (13), pero a mi me parece que hay tres de fundamentales. Por un lado, la los editores no han sabido crear el enorme fenómeno de succión que fueron los ‘Big Deals’ para las compras consorciadas de revistas. En segundo lugar, el mercado está ofreciendo los libros electrónicos desde diferentes plataformas y bajo diferentes modalidades de consulta y esta complejidad seguramente está inhibiendo muchos usos. Finalmente, los editores, temerosos de la pérdida de mercado que les puede suponer el paso a lo digital, están entrando en este mundo poniendo bastantes restricciones en el uso de libros electrónicos.

Pero la extensión del uso de libros electrónicos es cuestión de tiempo. Mientras tanto su incidencia se ha dejado sentir ya en la forma en que las bibliotecas compraban. Estas, en previsión de usos futuros,  anticipaban demandas y adquirían libros ‘just-in-case’. Pero  algunas editoriales están ofreciendo compras en modalidad PDA (Patron Driven Acquisitions), es decir poder comprar en función de las demandas de los usuarios. El PDA consiste en que las bibliotecas puedan poner a disposición de sus usuarios fondos editoriales de libros digitales durante un plazo determinado de tiempo de manera que el uso de los libros por parte de los usuarios proporcione datos que permitan a los departamentos de compras tomar decisiones en función de la demanda. Al mismo tiempo, en el nuevo entorno digital, la edición universitaria tradicional ha entrado en crisis. La solución puede ser que las monografías universitarias se publiquen en electrónico en portales de agregadores, pero es posible también que se desarrollen nuevos modelos de negocio alrededor del Acceso Abierto. El futuro definitivo del libro electrónico no está aún escrito.


Yo veo muy vivas a las bibliotecas universitarias. En los últimos años han  actuado proactivamente aprovechando las oportunidades que el entorno les ha presentado. Ni las compras consorciadas de recursos electrónicos, ni los repositorios institucionales ni el Acceso Abierto eran a priori terrenos destinados a que las bibliotecas se desarrollaran en ellos, y, a pesar de esto, han sido espacios de servicio que las bibliotecas universitarias han ocupado o ayudado a desarrollar. En plena efervescencia de las disrupciones diversas que está comportando el mundo digital, las bibliotecas universitarias han sabido hacer evolucionar los servicios tradicionales a la vez que, cabalgando las tecnologías, han creado nuevos servicios siguiendo la estela de las necesidades en parte tradicionales, en parte cambiantes, de sus usuarios.


Notas
(1)  Ver el último volumen 30, número 4 de 2012 de la revista Library Hi Tech  , dedicado a ‘30 years of information technologies’, y especialmente el artículo de Sandore Namachchivaya, “The first 30 years of the internet through the lens of an academic library: The University of Illinois at Urbana-Champaign”, p. 623 – 642.
(2)  Ver, por ejemplo Carla J. Stoffle, R Renaud & J.R. Veldof ‘Choosing our futures’ // College & research libraries (may 1996), 213-233, o más recientemente: Lyman Ross and Pongracz Sennyey / The library is dead, long live the library! The practice of academic librarianship and the digital revolution // The Journal of Academic Librarianship, 34(08)2, 145-152 y Steve Coffman / The Decline and Fall of the Library Empire // Searcher 20(12)3. http://www.infotoday.com/searcher/apr12/Coffman--The-Decline-and-Fall-of-the-Library-Empire.shtml
(3)  University Leadership Council. Redefining the Academic Library Managing the Migration to Digital Information Services, The Advisory Board Company. Washington, DC, 2011. http://www.educationadvisoryboard.com/pdf/23634-EAB-Redefining-the-Academic-Library.pdf  [Consulta: 13.11.2012]
(4)  Ver, para eso, la obra clave de Oakleaf, Megan, “The Value of Academic Libraries” (Association of College & Research Libraries, 2010). http://www.ala.org/ala/mgrps/divs/ACRL/issues/value/val_report.pdf
(5)  Ver, por ejemplo, el debate suscitado por la publicación reciente (2012) del informe del grupo de trabajo del Reino Unido para Expanding Access to Published Research Findings, liderado por  Janet Finch, “Accessibility, sustainability, excellence: how to expand access to research publications”. http://www.researchinfonet.org/wp-content/uploads/2012/06/Finch-Group-report-FINAL-VERSION.pdf
(7)  Leo Appleton, Valerie Stevenson / Developing learning landscapes: academic library driving organizational change // Reference services review, 39(11)3, 343-361.
(8)  Lizanne Payne / Library storage facilities and the future of print collections in North America // Dublin, Ohio, OCLC, 2007
(9)  Constance Malpas / Cloud-sourcing research collections: managing print in the mass-digitized library environment // Dublin: OCLC, 2011.
(10)       Norbert Lossau / An Overview of Research Infrastructures in Europe — and Recommendations to LIBER // Liber Quarterly, Vol 21 (2012)  , No 3/4 (2012). http://liber.library.uu.nl/index.php/lq/article/view/8028/8386
(11)       Ver, por ejemplo el estudio de Dooley, Jackie M., and Katherine Luce. 2010. Taking our pulse: The OCLC Research survey of special collections and archives. Dublin, Ohio: OCLC Research. http://www.oclc.org/research/publications/library/2010/2010-11.pdf
(12)       Jason Vaughan / Web scale discovery services // Chicago: ALA; 61 p. (Library Technology Reports; v 47, 2011,  n.1)
(13)       Thad McIlroy / Ebook formats are a mess – here's why // Learned Publishing, 25(12)4, 247–250 doi:10.1087/20120402. 3/5. Llibre e-. Madrid -BCN, 22.10.12.

dijous, 15 d’abril del 2010

John Mayall a Bcn o sobre les fronteres difuses del descobriment

En un món amb uns mitjans de comunicació que usen intensivament la tecnología, del concert d’en John Mayall a Barcelona no me n’assabento ni pel diari, ni per la televisió, ni per la ràdio, ni per internet. Me n’assabento per unes modestes banderoles penjades dels fanals dels carrers. Ho descobreixo.

Similarment, tenim uns sistemes d’informació que usen intensivament la tecnologia, i a través dels que, malgrat tot, podem no trobar el que ens interessa. Ho trobarem per descobriment?. Els sistemes de cerca d’informació voldrien garantir-ho i per això usen sistemes d’encreuament de dades que fan aflorar relacions inesperades.

Un post recent d’en Lorcan Dempsey ens parla d’aquest nou món en el que les fronteres s’esborren, concretament les que separen arxius, biblioteques i museus. En LD diu:

A mesura que avancem en un entorn digital, les biblioteques cada cop necessiten més entendre i beneficiar-se de les perspectives del arxius i dels museus.
Ara que les biblioteques digitalitzen materials primaris i a tenir cura de dades de recerca o de materials d’aprenentage, la perspectiva d’arxiu es torna més important. La procedència i el context són d’interès i els canvis en los recursos al llarg del temps han de ser seguits i gestionats. El valor dels recursos com evidència esdevé central.
Ara que les biblioteques ofereixen accés a abundants materials digitals, la forma de presentar-los selectivament o de construir narratives al seu voltant esdevé més crítica. La nocio d’exhibició entra en joc, una activitat central en els museus.”

I més i més i més (que diu en Puyal), article nou de Lorcan Dempsey en català a Recercat: Sempre connectats: les biblioteques en un món de connectivitat permanent = Always on: Libraries in a world of permanent connectivity (traducció de M. Losantos i publicat originalment a First Monday [en línia], Vol. 14, No. 1 - 5 (January 2009).

El resum comença:

La comunicació mòbil és la tecnologia que ha estat adoptada d'una forma més àmplia i ràpida que cap altra. Representa la difusió de les comunicacions i de la capacitat computacional en una part cada cop més gran de les activitats socials, d'investigació i aprenentatge. Ha trobat eco en el comportament emergent de la joventut, donant recolzament als models característics d'interacció social i formació de grups, ús de la informació i expressió personal. La creació de xarxes difuses canvia la manera de coordinar els nostres recursos per aconseguir objectius. Per exemple, canvia l'ús del temps i l'espai.

I per acabar. Sobre les estranyes relacions que es fan automàticament, però: la invitació que fa un catàleg als que busquen per l'artista gràfic MC Escher a que s’interessin també per la novel·la eròtica.

diumenge, 11 d’abril del 2010

Automatització de biblioteques: més opcions

En la curta història d’aquest blog hem recensionat l’article anual (cada 1 d’abril) del Library Journal sobre le mercat de l’automatització de biblioteques. Ho vam fer amb el de 2008 i amb el de 2009.

Ho fem també amb el de 2010, que continua signant Marshall Breeding i que porta per títol: New models, core systems: discovery interfaces add a new facet to marketplace (Library Journal, 01.04.10).

L’autor caracteritza l’estat actual de les ofertes en automatització de biblioteques com un moment “en el que les empreses ja no es distingeixen per les millors prestacions en productes similars, sinó pels productes i serveis que ofereixen als seus clients i que volen ser diferents que els que presten les altres companyies”. Amb aquesta afirmació, el que ens està dient M. Breeding, és que l’automatització de biblioteques ja no és aquell mercat que oferia un producte de diferents mòduls intergrats (catalogació, préstec...), sinó un conjunt complex de productes que ens permeten triar com volem servir als nostres usuaris.

Els sistemes integrat de gestió (ILS), continuen estant al nucli del sector, però aquest està oferint (des de fa temps) prestacions ‘no integrades’ com ho van ser (en el seu moment) els solucionadors d’enllaços (com SFX) o serveis nous (com ILS gestionats remotament per consorcis o per les pròpies empreses. A falta enguany de dades de Horizon o Symphony de SirsiDynix, els productes més instal·lats al mercat per a grans biblioteques serien: Aleph (Ex-libris), Milennium (Innovative), Voyager (Ex-libris) i Virtua (VTLS).

El mercat continua caracteritzant-se per les migracions de sistema que cal fer degut a que alguns productes han quedat sense manteniment i no evolucionen. Tot i així, alguns sistemes ‘tradicionals continuen en joc (Horizon, de SirsiDynix, com a cas més destacat). Mencionem la defunció del sistema canadenc GEAC, que va ser un candidat que es va tenir en compte seriosament com a opció per a algunes bu catalanes.

Segurament el més destacat de l’article anual de Breeding sigui la situació dels descobridors de recursos o eines de descoberta (discovery tool’s). Les prestacions dels diferents productes integrats de gestió no és el que mou el mercat i sí ho fa, en canvi, la voluntat de les biblioteques d’oferir una cerca ‘googlelitzada’ als seus recursos. Això s’està fent des de les eines de descoberta entre les que destaquen M3 Web OPAC de Mandarin Li. Autoamtion, WorldCat d’OCLC, Aquabrowser de Serials Solutions, Encore d’Innovative i Primo d’Ex-Libris.

La novetat de l’any ha estat que les eines de descoberta han començat a tenir prestacions per incorporar articles de revista a les cerques. Els catàlegs de biblioteques tradicionalment no els han incorporat (interessant el debat sobre perquè: catalogadors i indexadors, pronuncieu-vos), però ara, productes nous com Summon de Serial Solutions, Primo Central d’Ex-libris, WorldCat Local d’OCLC i Encore with Article Integration d’Innovative ho fan o prometen fer-ho.

Breeding destaca també que darrera els descobridors de recursos s’estan introduint noves plataformes teconològiques i noves línies per a la prestació de serveis. Ho seria el desenvolupament d’APIs que s’incorporarien als serveis automatitzats que presten les biblioteques però que ho farien de forma independent al ILS usat. Això ha portat a que es torni a parlar de sistemes de nova generació. Ho fa Ex-libris amb l’anunci del seu URM (sistema de gestió de recursos universal, d’aquí les sigles), o del projecte OLE (del que hem parlat aquí) que estaria basat en programari de codi lliure.

Més que interessant el canvi d’escenari i les possibilitats per a les biblioteques de l’entrada d’OCLC en el mercat de l’automatització. Canvi d’escenari perquè fins ara OCLC era bàsicament una entitat l’activitat de la qual facilitava la catalogació per còpia i el préstec interbiblitoecari. Ara, una biblioteca pot usar WorldCat com a eina de descoberta i sembla que properament podrà prescindir del seu ILS (i fins i tot de servidor) si usa el sistema WC Management que està preparant OCLC. Com a rèplica, Innovative ha entrat en el mercat de proporcionar registres per a la catalogació per còpia amb la creació de l’empresa SkyRiver.

Per anar acabant, pocs canvis en l’entorn dels solucionadors d’enllaços i les cerques federades (amb SFX i MetaLib d’Ex-Libris com a leaders) o dels gestors de col·leccions digitals (amb Content-dm d’OCLC com a sistema més venut).

I per acabar del tot, petits avenços en els ILS ‘open source’ i aquests semblen venir d’opcions de servei en progamari lliure recolzat per empreses de servei (tal com està fent a Catalunya Ilertec amb Koha).

Tot i així, el nombre de biblioteques que han pres aquesta opció no són més del 2%. El programari Evergreen sembla ser el més usat per a consorcis i Koha per a biblioteques universitàries i públiques petites.

dimecres, 27 de gener del 2010

Bibliotecas: lo +plus del 2009 (tecnología)

Esta es la 2ª (de 4) entrega de la aportación Bibliotecas: un enfermo con una mala salud de hierro que se publicará próximamente en el Anuario ThinkEPI.

Aprovecho para publicitar el Boletín de la Sociedad de la Información que publica Fundación Telefónica. El boletín 242 (de 27.01.10) publica diversos artículos sobre tendencias del año (pasado):

2009, tecnología para olvidar el buscar y ayudarnos en el descubrir

La tecnología que por excelencia se asocia a las bibliotecas es la de los sistemas de gestión integrada (ILS). Su existencia permitió la automatización de las bibliotecas en unas fechas en las que los ordenadores no se encontraban con facilidad en la vida cotidiana. Los OPACs en los años 80 y su adaptación muy rápida a los protocolos de Internet en los inicios de los 90 situaron a las bibliotecas en la vanguardia de lo que ahora es habitual: poner servicios y contenidos en la red.

No es que haya pasado nada determinante en el 2009 en este ámbito, pero sí que ha ido cuajando la idea de que los sistemas tradicionales se han quedado atrás con respecto los avances de Internet y de que se requieren unos catálogos ‘de nueva generación’.

Agotadas (al parecer) las empresas tradicionales del mercado del software de sistemas de gestión integrada, las esperanzas de renovación podrían provenir de nuevos agentes que entraran en el mercado o de desarrollos de programas en código libre. En los dos ámbitos se ha avanzado pero quizá lo más novedoso del 2009 haya sido la consolidación del Proyecto OLE (Open Library Environment). El OLE tiene por objetivo definir un entorno tecnológico de nueva generación basado en un nuevo concepto de biblioteca que aproveche las nuevas posibilidades, que de satisfacción a nuevas necesidades y que esté conectado a los sistemas tecnológicos de su entorno. Con fecha de 26 de julio se hizo público el borrador del informe final del proyecto. En este ámbito debemos destacar también el anuncio de la entrada de OCLC en el mercado de la automatización de bibliotecas a partir de una ampliación de funciones de WorldCat local.

Los nuevos desarrollos de los catálogos de nueva generación se agruparían en: mejoras en la búsqueda, facilidades web 2.0 y enriquecimiento de contenido de los registros. Ha sido un hecho destacado del año el desarrollo y la promesa de los llamados descubridores o estos nuevos instrumentos que nos permiten mejorar las búsquedas seleccionando las noticias a partir de facetas e incluir en las mismas no sólo los documentos del catálogo tradicional sino, además, los de otras bases de datos como, por ejemplo, repositorios institucionales. Algunos (como Aquabrowser, Encore o WorldCat Local) llevan cierto tiempo en el mercado, otros (como Primo o Summon) son desarrollos recientes. En todos los casos son soluciones tecnológicas a dos necesidades. La primera, de los usuarios a los que ya no les bastan los mecanismos tradicionales de búsqueda y hasta los que ha llegado el efecto de la Googelización (hacerlo sencillo). La segunda, de las bibliotecas que hasta ahora en sus catálogos han incluido básicamente libros o títulos de revistas pero no artículos de las mismas o documentos de sus colecciones especiales. Unos 840 instrumentos de descubrimiento como los mencionados estarán ya instalados en bibliotecas norte.-americanas según Library technology guides.

Los descubridores permiten que las bibliotecas den el salto de magnitud que ha dado WorldCat de OCLC, que en poco tiempo ha pasado de reseñar unos 40 millones de documentos hasta casi 140 millones justamente por la inclusión de documentos mencionada. En esta línea ha creado mucha expectación el nuevo producto de Serial Solutions, Summon. Este no se situaría en el ámbito del resto de descubridores sino que permitiría la búsqueda conjunta (a nivel del texto completo del artículo) de todas las revistas suscritas por una biblioteca.

Una novedad derivada de los avances tecnológicos y de la exuberancia de la información digital seria el cambio en las expectativas de los usuarios. En el paradigma de lo impresos se daba por hecho que encontrar la información precisa requería esfuerzo y la mediación de la biblioteca. En el paradigma de lo digital, el usuario no entiende de restricciones. Por una parte se quiere todo y ahora, y, por otra, hay una fuerte tendencia a aceptar lo que se presenta de forma inmediata (en la primera página de una búsqueda a Google, por ejemplo). Los resultados ‘suficientemente buenos’ obtenidos con facilidad son mejores que los muy buenos obtenidos con más esfuerzo y tiempo. Los servicios bibliotecarios deben tener en cuenta este cambio de orientación para el diseño de sus servicios.

En el balance, valoraría negativamente los avances insuficientes en normativa de catalogación. Las normas más usadas actualmente –las AACR2- han recibido desde hace tiempo criticas severas por su excesiva adhesión a una catalogación sobre fichas que la realidad ha superado. Los caminos iniciados en este siglo por la comunidad catalogadora parecían prometedores. Si uno examina los conceptos básicos de los Virtual International Authority File (VIAF), Functional Requirements for Bibliographic Information (FRBR) o Resource Description and Access (RDA) queda gratamente sorprendido de la claridad de ideas que manifiestan. Pero 2009 no ha sido el año de aplicación de estos nuevos códigos catalográficos.

Los catálogos son útiles, pero no a cualquier precio. La utilidad deriva de la evolución en paralelo con las necesidades de quien los usa. Las bibliotecas, usuarias confeccionadoras de catálogos, necesitan que la eficiencia de los catálogos mejore. Necesitan que las normas que se usen hagan que la catalogación sea más barata. Las personas, usuarias buscadoras de catálogos, necesitan que la eficacia de los catálogos mejore. Necesitan que las normas que se usen hagan que los catálogos les ahorren tiempo y quebraderos de cabeza.

dilluns, 2 de novembre del 2009

Descobrir

¿Com podem fer que els recursos d’una biblioteca siguin més visibles i fàcils de trobar i que això passi dins el cicle de treball de l’usuari? Aquesta és la pregunta que es va plantejar un comitè de les University of Minnesota Libraries (UML). Algunes respostes les trobarem en l’informe “Discoverability. Phase 1: final report

Val la pena llegir-se si més no el resum executiu de l’informe (p.1-4) o el blog d’en L. Dempsey en el que en parla o (com a darrera opció) continuar llegint aquest blog.

Després d’una primera part metodològica, l’informe explica (p. 7-23) les 5 tendències sobre ‘descobriment’ que han identificat en la literatura i que són:
  • Els usuaris troben recursos de la biblioteca adients per a ells des de fora dels sistemes que les biblioteques s’han dotat per facilitar que els usuaris trobin recursos. Dit altrament, les eines que les biblioteques posem a disposició dels nostre usuaris per facilitar-los la recuperació de la informació no són les que els nostres usuaris usen en 1a instància per trobar-ne.
  • Els usuaris esperen que descobriment i lliurament coincideixin. És a dir, que ja no val el paradigma sobre el que s’han construït les biblioteques de que l’usuari troba primer referències bibliogràfiques que tria i examina abans d’anar a buscar l’original. Ara la gent espera (esperem) que de la localització d’un document a una BBDD o a un catàleg se’n derivi de forma quasi immediata la possibilitat d’usar-lo.
  • Augmenta l’ús dels estris mòbils que ens permeten connectar-nos a internet. Sobre això, es citen diverses vegades l’informe Horizon ja comentat aquí
  • Cada vegada més, la descoberta (de recursos adients) es fa a través de les recomanacions. Es comenta a l’informe que, mentre que la descoberta d’informació s’havia entès en el passat com el resultat d’un procés actiu de cerca, ara es basa cada vegada més en sistemes formals o informals de recomanació que poden ser tant generats pels sistemes com per xarxes socials.
  • Els usuaris cada vegada més estan interessats en objectes d’informació no tradicionals i se citen conjunts de dades, blogs, imatges...

Val la pena mirar com, en cada apartat dels citats, els autors de l’estudi busquen evidències empíriques en els sistemes d’informació de les UML. Per exemple, i respecte la tendència 5a, l’enorme increment de cerques fetes a la BBDD d’imatges com ARTstor, i similars.

De les tendències esmentades a la part 2, l’informe en dedueix uns principis d’acció que són breus de llegir (p.23-24) i dels que jo destaco que la informació caldria estructurar-la al voltant de l’usuari i no segons col·leccions o sistemes com tenim ara.

La 4a part de l’informe és la més extensa (p. 25-76) i potser la més complexa de seguir. Tot i així, val més que la pena veure l’ús que en treuen de l’explotació estadística de les eines de les UML. Aquestes eines fa uns anys haguessin estat molt lluny de nosaltres, cosa que ja no és així. Les UML tenen un ILS (Aleph), que enriqueixen amb una eina de descoberta (Primo), també un gestor d’enllaços i un metacercador (SFX i MetaLib), un parell de dipòsits e-, estadístiques proporcionades pels proveïdors de serveis comercials i les que es deriven de les seves p. web.

Comentaris personals a algunes de les 5 tendències que esmenten:
  • Els usuaris troben recursos de la biblioteca adients per a ells des de fora dels sistemes que les biblioteques s’han dotat per facilitar que els usuaris trobin recursos. Important doncs dues coses: el ‘branding’, és a dir evidenciar que molt dels recursos als que finalment accedeixen són accessibles perquè les biblioteques en paguen l’accés.
  • Els usuaris esperen que descobriment i lliurament coincideixin. Iportant doncs no diferir lliurament de descobriment i reforçar el préstec interbibliotecari.
  • La descoberta per recomanació. D’usuaris n’hi ha de tots tipus, i el Manel (recercaire en explosins d’estrelles) m’explicava que per ell l’únic cami és fer un seguiment diàri del que entra a Arxiv.org. Per a molta altra gent, cada vegada més els resultats d’un buscador ja són ‘prou bons’
  • Els usuaris cada vegada més estan interessats en objectes d’informació no tradicionals. Important doncs posar als catàlegs les col·leccions que tenim amagades.

p.s A la fotografia, J. Cortázar. La trec de Revista de Letras, i concretament de l’entrada en la que es parla dels Papeles inesperados. Em diuen que val la pena comprar-los (fins i tots als no incondicionals de Cortázar). Us es recomano vivament el conte En Matilde que trobareu a De casa al club.

dilluns, 8 de juny del 2009

Lo que preocupa a los europeos

En un encuentro profesional europeo el animador de la sesión pide a los presentes que enuncien las tendencias técnicas que impactaran las bibliotecas en los próximos 2-3 años. Los asistentes, unos 2-3 directores de bibliotecas universitarias o de consorcios de bibliotecas de los principales países europeos, responden lo que sigue:
  • Mejoras en los lectores de libros e
  • Mejoras en los solucionadores de enlaces
  • Mejoras en las búsquedas federadas
  • La web 2.0
  • La carga de metadatos a nivel local
  • Las tecnologías móviles
  • La gestión de grandes ficheros de datos
  • La identificación o autenticación de usuarios
  • El ‘clouth computing’
  • Los ERM’s (o gestores de recursos electrónicos)
  • La web semántica
  • Los descubridores de recursos o ‘discovery tools’

El animador continúa y fuerza a los asistentes a que concentren sus votos en tres de las tendencias de la lista. Salen las más votadas (y por este orden):

  • Los descubridores de recursos o ‘discovery tools’
  • La identificación o autenticación de usuarios
  • Las tecnologías móviles

No voy a comentar este último pero si los dos primeros.

Los servicios libres en Internet son accesibles (obviamente) de forma libre. Los servicios restringidos se han basado en dar acceso a través de las direcciones IP autorizadas. Pero este sistema hace tiempo ha mostrado ser insuficiente, y ya no por las limitaciones del sistema de direcciones IP sino por la movilidad de los usuarios. Supongamos que en función de mi lugar de trabajo tengo acceso a una Intranet o a una base de datos comercial y supongamos que no estoy en mi lugar de trabajo (es decir, no tengo mi IP habitual). La forma de acceder sería a través de códigos de usuario y password o por un sistema certificado de acceso remoto que me identificara o me autentificara frente a mi propia institución o frente un proveedor comercial.

Los ingleses fueron los pioneros en utilizar y promover un sistema normalizado de autenticación (el Athens). El sistema que ahora se promueve internacionalmente es The Shibboleth® System

Sobre los instrumentos descubridores de recursos, Ernest me llama la atención a las entradas del blog de Lorcan Dempsey de 30 de mayo y de 31 de mayo.

Se habla allí del prototipo de discovery de la National Library of Australia. El prototipo es tan joven que aún no tiene nombre, y lo llamaremos prototype discovery service.

Impresionante. Da acceso a los metadatos de 42 millones de documentos en línea. Inicialmente los datos provenían de fuentes australianas (Australian National Bibliographic Database, Australian Newspapers, Picture Australia, the ARROW Discovery Service, Pandora) pero han incluido también fuentes ‘externas’ como OAIster, el repositorio Hathi Trust, el Internet Archive ...

Sugiero una visita por el recolector australiano. Se puede buscar ‘fragmentadamente’ (libros y artículos de revistas, imágenes, música y vídeo, periódicos australianos, archivos, mapas, páginas web y sobre personas e instituciones) o de forma global. Si la búsqueda es global, puede refinarse por formato (artículo, libro o periódico), disponibilidad, palabras clave, autor, década de publicación o lengua.

Me busco (¿quién no lo hace?), escribo muy mal mi nombre, el prototipo me encuentra 73 artículos míos (?). Entro en uno que me atrae por ser de 1987. proviene de OAIster que lo saca de Dialnet, que recolecta RACO que ha incorporado la revista Item.

Me pregunto, pudiendo recolectar tanto ¿alguien va a entretenerse en sembrar?