Si es cierto que nos encontramos en un cambio de era(1) -y todo parece mostrar que es así-, no podemos pretender que los cambios serán solo tecnológicos. Los cambios de era (de la esclavista a la feudal, de ésta a la industrial y de ésta última a la informacional) se han caracterizado por cambios profundos en los modos de producción, pero han comportado cambios radicales en dónde viven las personas, en sus creencias y en cómo se organizan. Este último aspecto afecta a todas las organizaciones y a las bibliotecas en particular.
En la sociedad industrial en la que muchos de nosotros
nacimos y crecimos, las empresas y las entidades públicas (las organizaciones)
se organizaban de forma vertical y al mismo tiempo que gestionaban
infraestructuras, creaban y mejoraban productos y proporcionaban servicios (2).
Las bibliotecas se han organizado así, en una integración vertical en la que lo
hacían todo:- Gestionar infraestructuras, como los edificios de biblioteca o las colecciones bibliográficas,
- Crear y mejorar productos, como han sido los catálogos (en sus versiones manual y automatiza) o ahora los repositorios institucionales,
- Y proporcionar servicios, prestando libros o suministrando servicios de información y referencia.
La sociedad de la información se está caracterizando por
la desintegración de las grandes corporaciones. Éstas se dividen en pequeñas
empresas, con autonomía entre sí que se relacionan con otras ya no en un
esquema jerárquico sino de red. En la sociedad de la información no solo
cambiaran los instrumentos con los que hacemos las cosas (de las máquinas a los
ordenadores) sino la forma misma en como las hacemos y si en la sociedad
industrial una organización tendía a la integración vertical (es decir a la
gestión de infraestructuras, combinada con el desarrollo de productos y la
prestación de servicios a los clientes), la sociedad informacional parece que
parte de la base de que ninguna organización será excelente haciendo todas las actividades
mencionadas. En este contexto de cambio acelerado conducido por la innovación
tecnológica, las organizaciones deberán especializarse en alguna de las tres
capas que hemos dibujado y solo serán competitivas haciendo una elección
estratégica sobre en qué actividades quieren destacar.
Las bibliotecas también están sujetas a estas tendencias
y para ser competitivas en un entorno cada vez más exigente, van que tener que
ser excelentes en algo y, para serlo, las bibliotecas deberán elegir muy bien
en qué ámbito concentran sus recursos (3). Las bibliotecas –como el resto de
organizaciones- se van a ver presionadas para hacer más con menos, y esto solo
lo podrán hacer si son capaces de transferir recursos ahora dedicados a la
gestión de los documentos impresos a los digitales (4) y, como segunda opción
hacer outsourcing de algunas de las operaciones que tradicionalmente se han
realizado dentro de la biblioteca.
El reto de las bibliotecas no es solo pasar del paradigma
de lo impreso al paradigma de lo digital, sino de un entorno en el que la
información era escasa y su acceso difícil a otro en el que la información
abunda y su acceso se nos ve enormemente facilitado por las tecnologías de la
información. En este nuevo entorno, las bibliotecas deberán pasar de ser
organizaciones centradas en los documentos a ser organizaciones centradas en la
información y para ello, el back office
al que hemos dedicado muchos recursos ya no va a ser el centro estratégico de
la biblioteca. El nuevo centro estratégico de la biblioteca va a ser el front office, o la atención al cliente.
A este nuevo frente debemos dedicar todos los recursos que podamos ya que será
en este frente de batalla donde las bibliotecas deberán mostrar que continúan
siendo de valor para el usuario y para la sociedad.
Hacer outsourcing (o externalización) significa sacar
fuera de nuestra organización una actividad que tradicionalmente hemos hecho
dentro. El outsourcing se hace por dos motivos: para ahorrar recursos, ya que
se supone que la actividad se delega a
una organización más eficaz, y para que la organización se centre en las
actividades que son estratégicas para ella sin que tenga que dedicar atención a
las actividades tácticas.
El outsorcing ha sido ampliamente utilizado por la
empresa privada en los últimos años y seguramente sin él lo que llamamos
‘globalización’ no sería comprensible. La externalización ha sido utilizada
también para adelgazar la administración púbica y puede visto como un mecanismo
de privatización de los servicios públicos. Pero el outsorcing es en parte un
resultado inevitable de la especialización de nuestra sociedad. Algunas
actividades que se realizaron en las bibliotecas (como la creación de software
para la gestión de las mismas) hoy se han desplazado a empresas privadas y la
edición científica surgida en sociedades científicas y universidades ha sido
delegada en buena parte en empresas editoriales privadas.
Las bibliotecas han utilizado como recurso una externalización 'internalizada', es decir, externalizan en organizaciones creadas por las propias bibliotecas: redes, consorcios y alianzas.
Las bibliotecas han utilizado como recurso una externalización 'internalizada', es decir, externalizan en organizaciones creadas por las propias bibliotecas: redes, consorcios y alianzas.
(1) Manuel Castells, “La sociedad de la información” (Madrid: Alianza, 1997-97), 3 v.
(2) John
Hagel III y Marc Singer, “Unbundling the corporation”, en: Harvard Business Review 77(89)2.
(3) Lorcan Dempsey, “Libraries and the informational
future: some notes” . En: Information Professionals 2050: Educational
Possibilities and Pathways; Eds. Gary
Marchionini and Barbara Moran. Chapel Hill: School of Information and Library
Science, University of North Carolina at Chapel Hill, 2012, p. 113-125. ISBN
978-1-300-20486-2
http://sils.unc.edu/sites/default/files/publications/Information-Professionals-2050.pdf.
Ver también, del mismo autor, “Libraries and the Long Tail: Some Thoughts about
Libraries in a Network Age”, en: D-Lib 12(06)4.
(4) David Lewis ha tratado este tema en alguno de sus
artículos, ver, por ejemplo: “A strategy for academic libraries in the first
quarter of the 21st century”, en: College & Research Libraries, 68(07)5,
p. 418-434.
(2 de 4) Lluís Anglada / Le biblioteche di front al
cambiamento de paradigma: esternalizazione, cooperazione e alleanze in un mondo
che cambia // Biblioteche in cerca di alleati: Oltre la cooperazione, verso
nuove strategie di condivisione; Massimo
Belloti, ed (Milano: Editrice Bibliografica, 2013). ISBN: 978-88-7075-765-1. P
156-160
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