Una empresa privada que quiera externalizar algunos de
sus procesos debe buscar otra empresa privada que lo haga. Uno de los puntos
débiles del outsourcing es justamente
este: que una parte de los procesos de una organización quedan en manos de otra
los intereses de la cual no tienen por qué coincidir con los de la
primera.
Las bibliotecas pueden externalizar actividades en
empresas privadas, claro está, pero las bibliotecas son organizaciones que han
hecho un uso intensivo de la cooperación creando entre ellas organizaciones que
sirven a sus intereses. Estas organizaciones se conocen con nombres diversos:
consorcios, redes, coaliciones, alianzas…Yo le llamo a esto ‘externalización
internalizada’ ya que alguna actividad o proceso que debería ser realizado
dentro de la organización / biblioteca es realizado fuera, pero, en este caso,
la organización que lo realiza tienen por misión la de servir a las
bibliotecas.
Las entidades cooperativas bibliotecarias creadas en los
años 70-80 del siglo pasado recibieron el nombre de redes (‘networks’) y centraron sus esfuerzos en
la compartición de recursos para la catalogación automatizada, crearon
catálogos colectivos i acuerdos de préstamo inter-bibliotecario. La posibilidad
de comprar recursos electrónicos de forma conjunta supuso un nuevo impulso
cooperativo bajo el cual se crearon consorcios de bibliotecas, pero el entorno
digital ha sido un ámbito que ha posibilitado el surgimiento de entidades
cooperativas que no es fácil categorizar.
Por ejemplo:
- OCLC que se define como ‘a worldwide library cooperative, providing services and research to improve access to the world’s information’ y ha creado un catálogo colectivo de los fondos de más de 70.000 bibliotecas de todo el mundo con más de 300 millones de registros bibliográficos.
- Hathi Trust, ‘a partnership of academic & research institutions, offering a collection of millions of titles digitized from libraries around the world’.
- Knowledge Exchange, que es ‘a co-operative effort that supports the use and development of Information and Communications Technologies (ICT) infrastructure for higher education and research’, formado por el IT Center for Science de Finlandia, el Denmark’s Electronic Research Library, la German Research Foundation, el JISK en el Reino Unido y el SURF en Holanda.
Esta intensidad cooperativa permite a las bibliotecas
ofrecer servicios que de otra forma le sería imposible facilitar a sus
usuarios. Analicemos el caso del préstamo inter-bibliotecario. Actualmente,
cualquier biblioteca puede proporcionar cualquier libro que este en otra
biblioteca gracias a este servicio. Para
el usuario, quien presta el servicio es ‘su’ biblioteca pero el servicio se
puede prestar porque existen catálogos colectivos (creados entre muchas
bibliotecas cooperativamente) y acuerdos de préstamo mutuo (cooperativos
también. Así, lo que un usuario puede percibir como un servicio de una
biblioteca concreta es, de hecho el resultado del trabajo coordinado de muchas
de ellas. La biblioteca / organización es, en muchos aspectos una entidad que
trabaja coordinadamente con otras, que ofrece servicios creados cooperativamente,
es una organización hecha de otras organizaciones, es una entidad multi-institucional.
En esta exposición he querido mostrar que la capacidad de
cooperar de forma intensiva que las bibliotecas han demostrado tener en el
pasado es una gran fortaleza sobre la cual deberíamos apoyarnos para que las
bibliotecas continúen aportando valor a la sociedad a la que sirven.
Esta consideración es relevante porque estamos viviendo
cambios muy profundos a todos los niveles de nuestra sociedad. Estos cambios,
para las bibliotecas pueden significar lo que se llama un cambio de paradigma,
es decir una reforma completa en la forma de hacer las cosas. Si bien puede
parecer que el cambio está en el soporte
físico de los documentos (de impresos a digitales), a mi entender, el cambio
profundo está en que el acceso a los mismos se ve enormemente facilitado.
Las bibliotecas, pues, deberán de ‘refundarse’ para crear
servicios nuevos que atraigan nuevo valor. Para hacerlo las bibliotecas
necesitarán recursos que deberán sacar de los ya existentes pero dedicados a
procesos ‘antiguos’ o bien de la multiplicación de un recurso que se consigue
con el trabajo cooperativo.
Las bibliotecas ya han sido entidades que han utilizado
intensivamente la cooperación para disminuir los costes de sus operaciones o
para crear servicios nuevos (que no podrían crear de forma individual). Pero,
debido a las dificultades que nos depara el futuro (disminución de la
financiación de los servicios públicos y cambio profundo de los hábitos de los usuarios),
las bibliotecas deberán usar aún más intensivamente la cooperación como una
forma de hacer más.
Debido al grado ya alto de los servicios de una
biblioteca que se producen bajo alguna forma de cooperación, y debido a la
necesidad de incrementarlos en el futuro, la biblioteca será (deberá ser) una
organización formada por muchas otras organizaciones, una organización
multi-institucional.
(3 de 4) Lluís Anglada / Le biblioteche di front al
cambiamento de paradigma: esternalizazione, cooperazione e alleanze in un mondo
che cambia // Biblioteche in cerca di alleati: Oltre la cooperazione, verso
nuove strategie di condivisione; Massimo
Belloti, ed (Milano: Editrice Bibliografica, 2013). ISBN: 978-88-7075-765-1. P
156-160
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